domingo, 16 de agosto de 2009

¿Qué Hacer ante un Accidente Eléctrico?


Cuando ocurre un accidente eléctrico en un centro de trabajo, es muy frecuente que la única persona que se encuentra cerca del accidentado sea un compañero que puede, o no, tener conocimientos sobre las medidas de salvamento y primeros auxi­lios a aplicar en estos casos.

El lapso de tiempo con que se cuenta para aplicar los primeros auxilios, antes de que se produzcan lesiones orgánicas irreversibles cerebrales en particular, es muy corto. Es preciso actuar con rapidez y sin dudar.

En este artículo daré normas sencillas sobre la conducta a seguir ante un accidente eléctrico, tanto en lo que se refiere al rescate o "desenganche" de la víctima, como en lo que respecta a las medidas de socorrismo que deben aplicarse a continuación.

La conducta a seguir ante un accidentado por corriente eléctrica puede resumirse en tres fases simples pero muy precisas:

1-Petición de ayuda

2-Rescate o "desenganche" del accidentado

3-Aplicación de primeros auxilios para mantener a la víc­tima con vida hasta que llegue ayuda médica

Como primera medida se debe dar la alarma, para que alguien se encargue de avisar al servicio médico de urgencia, mientras usted trata de prestar auxilio al accidentado.

Si la víctima ha quedado en contacto con un conductor o pieza bajo tensión, debe ser separada del contacto como primera medida, antes de tratar de aplicarle los primeros auxilios. Para ello:

a) Se cortará la corriente accionando el interruptor, dis­yuntor, seccionador, etc.

No hay que olvidar que una persona electrizada que se encuentre en un lugar elevado, corre el riesgo de caer a tie­rra en el momento en que se corte la corriente. En casos así hay que tratar de aminorar el golpe de la caída median­te colchones, ropa, goma, o manteniendo tensa una lona o manta entre varias personas.

b) Si resultara imposible cortar la corriente o se tardara demasiado, por encontrarse lejos el interruptor, trate de desenganchar a la persona electrizada mediante cualquier elemento no conductor (Tabla, listón, cuerda, silla de madera, cinturón de cuero, palo o rama seca, etc.).

MUY IMPORTANTE: Las maniobras de salvamento o "desenganche" de los acciden­tados en redes de ALTA TENSION, son tan peligrosas que sólo deben realizarlas per­sonas especializadas, con conocimientos de electricidad.

En estos casos el accidentado no suele quedar en con­tacto con el conductor causante, sino que suele salir des­pedido a varios metros de distancia, salvo en los casos en que sea el suelo el que se ha hecho conductor, o cuando las instalaciones impiden la proyección del cuerpo de la víctima.

PRIMEROS AUXILIOS

Cuando el accidentado ha quedado libre del contacto eléctrico, o una vez rescatado.

Se inician las operaciones de socorrismo que, por orden de urgencia, son las siguientes:

1. Apagar el incendio de las ropas (si es que existe), echan­do a la víctima sobre el suelo y tratando de sofocar las lla­mas con mantas, arena o cualquier otro material incom­bustible del que se disponga. No es recomendable emple­ar agua en accidentes por electricidad, ya que estando pró­ximo el lugar del accidente y siendo el agua conductora, existe el riesgo de que se electrocuten accidentado y socorrista. Si este riesgo puede descartarse, sí debe emplearse agua, ya que hay que impedir a toda costa que las ropas sigan ardiendo y provoquen extensas quemaduras que muy posiblemente originarán la muerte.

2. Reanimación: En los accidentes por electricidad son muy frecuentes la supresión de la respiración y de los latidos cardíacos que, con la pérdida del conocimiento, caracterizan la muerte aparente del accidentado.

Si la víctima está inconsciente pero respira y tiene pulso, seguramente se trata de un simple shock. En este caso basta con poner al accidentado acostado sobre un lado (decúbito lateral). Se debe vigilar su respiración y su pulso, mientras se espera la llegada de ayuda médica.

Si la víctima está inconsciente y no respira, se procede ­inmediatamente a aplicar la respiración artificial boca a boca.

Si además de que no respira y está inconsciente, se observa que está muy pálido, no tiene pulso en la muñeca y cuello y no se oyen sus latidos car­díacos, es muy posible que se haya producido una parada del corazón. En este caso, debe procederse a practicar, además de la respiración artificial boca a boca, el masaje cardíaco externo según las instrucciones a continuación.

RESPIRACIÓN BOCA A BOCA

Consta de dos tiempos:

1º Preparación para la respiración:

a) Tender a la víctima boca arriba sin almohadas. Si devolviera agua o alimentos, ladearle la cabeza mientras lo hace.

b) Aflojar, si es preciso, las ropas que opriman la garganta, el tórax o el abdomen.

c) Inspeccionar rápidamente la boca, para sacar de ella cuerpos extraños si los hubiera, incluidas las dentaduras postizas.

d) Si la víctima se hubiera atragantado con algo, volverla de costado y darle fuer­tes golpes con la mano en la espalda, entre las paletillas.

2º Práctica de la respiración:

Arrodillado junto a la víctima.

a) Coloque una mano en la nuca, la otra en la frente; pro-cure elevar la de la nuca y empujar con la de la frente, para conseguir una buena extensión de la cabeza.

b) Sin sacar la mano de la nuca, que continuará hacien­do presión hacia arriba, baje la de la frente hacia la nariz y con dos dedos procure taparla totalmente. Inspire todo el aire que pueda, aplique su boca a la de la víctima y sople con fuerza.

c) Retire su boca y compruebe si sale el aire que usted sopló por la boca del accidentado. Sin no sale, es que no entró por no estar bien colocada la cabeza.

Extiéndala más aún, echando más hacia atrás la frente y compruebe que entra el aire, viendo cómo se eleva el pecho de la víctima cuando usted sopla aire.

Si se comprueba que aún no entra aire en su tórax, segura­mente será debido a que la glotis está obstruida por la caída de la base de la lengua. Para colocar ésta en buena posición debe hacerse lo siguiente:

Con la mano que estaba en la nuca sepárele la mandíbula metiendo el dedo pulgar entre los dientes, sujetando a la vez la lengua y tirando hacia arriba del maxilar inferior. En esta posición es seguro que la base de la lengua no obstruye la glotis y el aire soplado puede penetrar en los pulmones, elevando su pecho, lo que siempre y en todas las ocasiones es de fácil comprobación.

d)Para comenzar es conveniente realizar, tres o cuatro soplos rápidas, dejando que el herido expulse el aire entre cada soplos, Luego se continuará con los soplos al ritmo de uno cada 5 segundos (12 a 14 por minuto)

e)Si la víctima empieza a recuperarse, acompase el ritmo de los soplos al de la respiración del accidentado.

MASAJE CARDÍACO EXTERNO

La persona encargada de practicarlo se coloca de rodillas al lado de la víctima, aplicando la parte posterior de la palma de la mano sobre el esternón, cuatro o cinco centímetros por encima de la "boca del estómago. La palma de la otra mano se coloca sobre la primera.

Se ejerce una fuerza firme y vertical, al ritmo aproximado de una compresión por segundo (60 compresiones por minuto). Al final de cada acto de presión se suprime ésta para per­mitir que la caja torácica, por su elasticidad, vuelva a su posi­ción de expansión.

Lo ideal es que una persona realice la respiración boca a boca y otra, al mismo tiempo, el masaje cardíaco externo, efectuando el soplo en la fase de descompresión del tórax, y no volviendo a comprimir hasta que no haya terminado el soplo. En este caso se comienza realizando dos o tres soplos rápidas seguidas, para continuar con la siguiente pauta:

5 compresiones esternales 1 soplo

5 compresiones esternales 1 soplo

Si es solamente un socorrista el que presta auxilio, comenzará con la respiración boca a boca, realizando dos soplos rápidos seguidos, para continuar con la siguiente pauta:

15 compresiones esternales 2 soplos

15 compresiones esternales 2 soplos

Y así, en ambos casos, hasta la recuperación o fallecimiento del accidentado.

3 comentarios: